10/2/08

Reacción al debate Palin vs. Biden

Antes que nada, tengo que aclarar que no soy un observador objetivo. He sido bastante pro-Obama incluso desde las primarias demócratas. Se siente raro decir eso ya que no soy ciudadano de los EEUU, pero el no poder votar no me impide tener preferencias.

No sólo no soy personalmente objetivo, sino que miré el debate en el Institute of Government Studies, rodeado de berkelianos que evidentemente no quieren a Palin y que se reían o sacudían sus cabezas negativamente cada vez que ella intervenía.

Sin embargo, ocurrió lo que ya esperaba: con respecto a las expectativas que se habían creado después de sus terribles entrevistas, Palin mejoró mucho. Hay dos razones: primero, el debate ya estaba diseñado para que fuera mucho más estructurado de lo normal:
The Obama and McCain campaigns have agreed to an unusual free-flowing format for the three televised presidential debates, which begin Friday, but the McCain camp fought for and won a much more structured approach for the questioning at the vice-presidential debate, advisers to both campaigns said Saturday.
Esto era primariamente para proteger a Palin de indagaciones más profundas sobre los temas, ya que en las entrevistas ella normalmente es capaz de responder (o evadir) la pregunta con respuestas preparadas, pero si se le presiona para que profundice, es donde falla. Por ejemplo, Couric es muy dada a pedir más profundidad incluso para preguntas relativamente triviales y por eso Palin se vio muy mal.

Segundo, en este debate ya se sabía que no le iban a pedir que respondiese con más profundidad, pero lo que me sorprendió un poco fue que Gwen Ifill, la moderadora, no la obligase a siquiera responder las preguntas. Tenía la esperanza de que no se acobardara ante las acusaciones de los últimos días de que no iba a ser una moderadora imparcial debido a que está escribiendo un libro sobre Obama (cosa que, acepto, es sospechosa). Ni modo, se acobardó y no exigió que respondieran las preguntas.

De todas maneras, mi impresión fue que Palin empezó con mucha energía y sin enredarse sola en los mecates. Eso sorprendió a Biden al principio, ya que probablemente esperaba que Palin estuviera más nerviosa, pero ya después Biden se acomodó, mostrando su autoridad y experiencia sin parecer arrogante o condescendiente (el principal temor de muchos). Palin se quedó repitiendo ideas y vacuidades. La gente a mi alrededor evidentemente compartía esa impresión, pero no los juzgo imparciales. 

El intercambio que más me impresionó fue cuando comentaron el rol del vicepresidente, ya que Palin parece tener la idea a lo Cheney de que la Constitución de EEUU otorga mucho poder al vicepresidente, lo cual no es correcto. El poder de Cheney es circunstancial, no constitucional.

Como no sabía cuán distorsionada estaba mi percepción, me alegró regresar a casa y ver que las encuestas inmediatas también le dieron la victoria a Biden, 51% a 36%.

A la expectativa del Debate Palin Biden

Aquí estoy con algunos compañeros a punto de ver el debate entre los candidatos a vicepresidente de los EEUU: la republicana Sarah Palin y el demócrata Joe Biden. Hay muchas expectativas para este debate, ya que Palin ha lucido muy mal en recientes entrevistas, por ejemplo, mostrándose incapaz de responder qué periódicos lee para informarse, entre muchas otras respuestas débiles.

Dado que Biden es un político mucho más experimentado, se espera que luzca mejor, pero realmente no sabemos qué esperar.

En cualquier caso, dudo que este debate altere el curso de la elección estadounidense, ya que cada vez Obama luce más fuerte. Hoy Nate Silver le proyecta más de 80% de probabilidades de ganar el colegio electoral y por ende la elección. 

Luego les comentaré más!